En la linde del bosque había movimiento.
Una joven de pelo celeste y ojos rosáceos, riendo, era seguida por un tigre blanco inmenso.
Iban corriendo cuando el tigre se le lanzó encima tirándola al suelo. Sin previo aviso, cambió de forma convirtiéndose en un muchacho con orejas y cola de gato. Este, tenía unos increíbles ojos rasgados celestes, además del pelo alborotado y en punta.
Con expresión seria se llevó el dedo índice a los labios para indicarle a su amiga que se callara y la ayudó a incorporarse, señaló hacia la pradera colindante al bosque. La chica miró en la dirección indicada y al fijarse atisbó en la lejanía una escena que no habría esperado.
Todo estaba más oscuro de lo normal y unos chicos estaban rodeados por unos bichejos negros.
De repente, un hombre con un bastón apareció de la nada flotando delante de aquel grupo de viajeros.
-¿Qué pasa allí, Niod?-
-No lo sé Celeste... es raro...-Le contestó Niod moviendo las orejas hacia los lados.
-¿Qué hacemos..?-
-Lo más prudente sería que nos fuésemos, no nos conviene que nos descubran esos "Caminantes sombríos".-
-Pero... ¿Vamos a dejarlos así? No creo que esté bien.-
-Tienes razón... ¿Y qué propones que hagamos?-
Celeste se giró pensativa.-De momento vamos a observar a ver qué pasa.-
Niod afirmó con la cabeza y volvió la vista hacia el prado, allí una lucha había empezado.
Todos se esforzaban al máximo luchando contra los arrdfijs*, eran demasiados, pero estaban logrando retenerlos, de momento.
Un hombre de pelo azul oscuro casi negro, había aparecido de la nada y flotaba sobre ellos mirando la escena con expresión de satisfacción en su rostro.
A Lianndra volvía a arderle el cabello. Con su daga recién "encontrada", había tenido que cambiar su estilo de combate y ahora debía acercarse mucho más a los monstruos para poder darles un golpe efectivo. Si no tenía cuidado, podía acabar muy mal. Por suerte, Tyler la ayudaba con su electricidad.
C también estaba con ellos.
Entre tanto, Victoria no sabía qué hacer. Veía a sus amigos luchando por ella y no podía evitar sentirse mal al no poder ayudar.
Dirian tuvo que separarse de ella para ayudar a Andrew, quien estaba rodeado y ni la magia de Paz podía alejarlos. Un arrdfij* aprovechó la oportunidad y se abalanzó sobre la chica, no le dio tiempo a reaccionar...
De repente un silbido se escuchó en el aire y una flecha atravesó el cuerpo del monstruo.
Victoria, asombrada, no sabía quién había lanzado aquella flecha pero estaba segura de que venía del bosque.
-¡¡Bien hecho Niod!!-Lo animó Celeste.
El chico se mostró un poco avergonzado
-Bah, no ha sido para tanto.-Contestó.
Después de mirarse unos segundos los rostros, se giraron para seguir viendo la batalla. Aquel hombre del bastón se estaba acercando a la chica a la que casi había herido el arrdfij*.
Los demás del grupo parecían estar ocupados, uno de pelo anaranjado estaba herido en el suelo. Aunque seguía ayudando a la muchacha pelirroja a la que le ardía el cabello, lanzando rayos a los monstruos. Celeste no sabía qué magia era esa.
Una chica montada en grifo tuvo que saltar de su montura alada porque los monstruos iban a herirlo de gravedad.
Nadie podía socorrer a la chica de pelo azulado a la que se acercaba aquel hombre del bastón, así que Celeste pidió a Niod que ayudase a aquella muchacha. En el acto, él lanzó una flecha que, velozmente, atravesó la distancia, pero aquel hombre se giró y al extender el brazo del bastón la flecha se torció y rompió en pedazos. Con un brillo de cólera en los ojos, aquel siniestro hombre agitó el bastón en la dirección donde se encontraban ellos ocultos entre la maleza, Celeste se horrorizó al sentir la repentina oleada de energía que provenía del hombre y, como un resorte extendió los brazos y preparó su propio hechizo.
Después de decir: -"¡Bluyi-weúj!"*-
Una cúpula protectora se colocó sobre Niod y ella justo cuando el otro hombre lanzó un hechizo de luz roja. Este colisionó contra la barrera y fue devuelto a su autor, pero él lo deshizo a tiempo y no surtió efecto.
Se dio la vuelta para volver a por la otra muchacha.
-¡Niod, hay que hacer algo!-
El chico asintió y se transformó en tigre.
Victoria se hallaba sola ante el peligro, debía defenderse, pero... ¿Cómo? Estaba paralizada por el miedo y no sabía usar su poder.
Aquel hombre se había distraído para lanzar una especie de hechizo contra los que la estaban ayudando desde el bosque... Pero no tardó mucho en volver a ir a por ella.
Sin que ni siquiera ella lo esperase, Emilie se lanzó espada en mano contra él. El hombre, paró el ataque con su mano desnuda y la espada no cortó su piel. Una de las 4 espadas de las leyendas no le había hecho ni un solo rasguño a aquel hombre... ¿Acaso Emilie mintió respecto a la procedencia de su espada..?
Victoria sabía que no era así, lo notó solo con ver la expresión indescriptible de sorpresa en el rostro de la chica.
-Oh... Esta espada no te servirá contra mí. Ella tan solo acaba con la oscuridad.-El hombre apuntó con la mano del bastón hacia el vientre de Emilie.-Hasta nunca.-
Desprendió un brillo rojizo y dio de refilón en el blanco. La chica consiguió zafarse a tiempo, pero aún así, lo poco que le había dado era suficiente para que no pudiese levantarse.
-¡Emilie!- Gritó Victoria horrorizada, pero aquel hombre le cerró el paso y no pudo acercarse a su amiga.
Vio como la chica de pelo plateado intentaba levantarse con ayuda de su espada, sin obtener resultados.
-¡T... T-tú..! ¡Te... C-conozco..!-Pudo articular Emilie a duras penas.
-No tengo tiempo para perderlo contigo.-
Tras eso, vio como Emilie volvía a caer sin fuerzas y tras sus vanos intentos por levantarse. El hombre la miró con expresión de satisfacción en el rostro unos instantes, luego se giró hacia Victoria.
-Heredera del Poder, debes acompañarme. Será por las buenas o por las malas.-
-No voy a hacer lo que diga alguien que viene a hacerle daño a mis amigos.-
-Genial, por las malas, pues.-Se acercó rápidamente a Victoria y la agarró del brazo. La chica intentó soltarse, pero no le sirvió de nada.
En ese momento, una chica de cabello corto y celeste apareció montada sobre un tigre blanco.
Se bajó de él y fue directamente hacia Victoria, mientras, el tigre daba zarpazos a todo arrdfij* que se interponía en su camino o en el de la chica.
Esta última recitó unas palabras en algo que parecía glish antiguo y una esfera de luz rosa salió de las palmas de sus manos, en dirección al hombre que la aprisionaba.
Por desgracia, este parecía tener ojos en la nuca y ya se había percatado de la presencia de los recién llegados, le bastó con alzar su bastón para acabar con el hechizo de la joven maga.
-Esto ha acabado, no tengo por qué gastar más energías luchando contra vosotros.-Pegó a Victoria contra él y comenzó a decir algo en glish antiguo.
Lo último que pudo ver esta, fue a la chica de pelo celeste acercándose corriendo con expresión preocupada, después se desmayó.
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Como recompensa por mi inactividad he decidido inaugurar una nueva sección: "Diario de Hechizos"
En ella iré colocando los nombres de cada hechizo que aparezca en la historia y una pequeña descripción de cada uno.
Colocaré un "*" de ese color a cada hechizo que aparezca, así sabréis que podréis encontrarlo en la nueva sección.
¡Eso es todo por el momento, gracias por vuestra atención!
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