sábado, 30 de enero de 2016

·Capítulo 34: Vuelta al principio ·

Un nuevo día había comenzado en la granja, era un día normal, los pillocat* trinaban anunciando el amanecer. Catriel hacía tiempo que se había levantado y estaba realizando su rutina diaria, pero algo lo interrumpió.
Había un hombre apoyado en la verja de su granja que lo saludó con la mano al verlo. Respondió de la misma forma y se acercó a preguntarle qué necesitaba.
Era un hombre de más o menos su misma edad, también entrecano, aunque este tenía el pelo marrón rojizo.
-¡Buenos días, Nathael! ¿Qué te trae por aquí cuando aún no ha amanecido?-
Nathael era un viejo amigo suyo y también el padre de Lianndra, la pequeña chica pelirroja que había acabado siendo amiga de Victoria.
Catriel no sabía qué hacía aquel hombre allí y a esas horas, pero debía ser algo importante.
-Buenos días, viejo amigo. Quería hablar contigo de los últimos acontecimientos... Y pensar que creíamos que todo había acabado... ¡Todo es culpa de esos entrometidos!-
-¿Qué dices? ¿A quiénes te refieres? Cálmate y háblame más despacio.-
-¿Que qué digo? ¿Que a quiénes me refiero? ¡Lo sabes perfectamente, Catriel!-
Es verdad... Lo sabía, él sabía a qué se refería su amigo, pero le había pillado por sorpresa.
-Tranquilízate, recuerda que estás hablando de nuestros antiguos reyes.-Catriel se llevó la mano a la cabeza con expresión preocupada.-Vamos dentro para hablar, esto está apartado, pero no lo suficiente.-
Nathael asintió conforme, después, Catriel abrió la verja y lo condujo hacia su casa.
Ya en la cocina, indicó al otro hombre que se sentase y le sirvió una taza de café caliente. Se hizo el silencio durante unos minutos en los que tan solo miraban el vapor que desprendían sus tazas de café. De repente, el hombre de pelo castaño cortó el silencio.
-Antes de nada, ¿estás mejor de tus heridas?-
-Ah, sí, eran superficiales, eso no bastará para frenar a un viejo como este. ¿Qué tal van las cosas por tu familia?-
-Mi hija se ha ido...-
-Para acompañar a la mía.-
-Sabes que no lo es, Catriel. Es la hija de "nuestros antiguos reyes". Despreciables y miserables.-Dio un golpe en la mesa.-¡Puede que fuese culpa de ellos la desaparición de mi otro hijo! ¡He perdido a dos hijos por ellos! Aún muertos siguen jodiendo...-
-¡Tranquilízate! ¡Yo la crié es MI hija! ¡No hables así de ellos, nos ayudaron a todos! No tienen culpa de nada.-
-¿No? ¡Abre los ojos! Enlazaron las vidas de nuestras hijas con esas cosas... ¡¿Acaso tenían derecho a hacerlo?! ¡Nos arrebataron la paz por la que luchamos al meter a nuestros hijos en este lío!-
-Nunca conseguimos esa paz de la que hablas, tan solo era una ilusión. Una ilusión creada para distraernos mientras ellos se preparaban para contraatacar... Nos hemos hecho mayores, aunque ellos sean muy jóvenes, deben seguir lo que empezamos y acabarlo.
¿Crees que a mí no me duele cada segundo que paso sin saber nada de mi hija? Aunque no sea de sangre la quiero igual que tú a los tuyos.-
Volvió a reinar el silencio.
Nathael fue el primero en hablar.
-Lo siento mucho... Es que no puedo soportarlo más, Meli está muy apenada, a veces se pasa las noches llorando. Hace ya 4 años que no sabemos nada de nuestro otro hijo mayor... No quiero perder a otra hija, no quiero ver sufrir más a Meli.-
-Lo comprendo, yo comparto tu sufrimiento. Debe haber algo que podamos hacer para animar a Melinde, aunque no creo que funcione, porque  ni yo mismo puedo sonreír en estos momentos.-Catriel apretó sus manos alrededor de la taza.-Me siento tan impotente.-
-Yo también amigo, yo también...-
-Bueno... Tengo que volver al trabajo.- Catriel vació el contenido de su taza en unos segundos.-¿Quieres algo más de comer o de beber?-
-No, muchas gracias, amigo.-
Nathael hizo ademán de recoger su taza, pero Catriel lo paró.
-No hace falta que lo recojas, tranquilo, lo haré yo mismo luego o cuando Victoria acabe sus tareas, ella...-En esos instantes se quedó rígido y se llevó la mano a la cara mientras se encogía ligeramente.
El otro hombre no tardó en colocarse a su lado con expresión preocupada.-¿Te encuentras bien?-
-S...Sí, tranquilo. Solo ha sido la nostalgia mezclada con un mal presentimiento.-
-¿Un mal presentimiento? ¿A qué te refieres?-
-No lo sé, creo que va a ocurrir algo... Algo malo.-
-Tus presentimientos siempre estaban en lo cierto, espero que no les pase nada... Por favor diosa Gura*, protégelas con tu luz.-
-Esperemos que no les ocurra nada... Esperemos.-Catriel se incorporó.-Que las ampare la luz de la diosa, como tú has dicho.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lights Of Heaven Lights Of Heaven Lights Of Heaven - AppStarting Lights Of Heaven - AppStarting Chrome Pointer