·Capítulo 3: El susto. ·

Victoria tuvo que coger a C en brazos porque las patitas cortas de esta no pudieron soportar más la carrera. Seguía estando más oscuro de lo normal,por lo que la chica no vio lo que tenía delante y se chocó contra algo.
Aparte de su gritito al caer al suelo de espaldas, escuchó un gemido justo en frente suya.
-¡Podrías tener más cuidado! ¡Menudo trompazo me he dado! ¿Eras tú la que ha gritado hace un momento?-Le preguntó ese alguien, tenía voz femenina.
-B-buenos días. Sí, yo he gritado antes...- Contestó Victoria algo confusa.
Victoria vio cómo iba clareando un poco y lentamente fue amaneciendo.
-Eeeh... ¿Estás bien?-Dijo la chica que acababa de aparecer.- Bah...Seguro que ha sido una tontería...-Añadió en un tono mucho más bajo y se encogió de hombros.
-¡N-no, No ha sido una tontería! Nos ha atacado un monstruo a las dos. Era negro,parecía la misma sombra y tenía unas garras deformes y afiladas...¡Ah! y unos ojos amarillos inexpresivos que parecían analizarlo todo al milímetro.-
Con una carcajada,la chica recién llegada contestó con tono burlón.-¡Sí clarooo! y después de toparte con un monstruo terrible sales ilesa,sin ningún rasguño.-
-¡Es la verdad! Simplemente una luz...- C interrumpió a Victoria.
-Cállate, no des más detalles.-
-No tengo tiempo para perderlo aquí...Adiós.-Dijo la otra chica.
-¡Espera! dime al menos quién eres, yo...Yo soy Victoria Árcayan. Vivo en una granja por aquí cerca, pero voy a clases en el pueblo.-
Asintió suspirando resignada y le dijo su
nombre.- Yo soy Lianndra Armyz, mi padre es dueño de la herrería del pueblo... Te conozco,tú eres a la que llaman orejas de soplillo... La gente es estúpida.-
-Sí...Y yo sé quién eres tú. A veces me defiendes, gracias.- Habló Victoria con gratitud.
 Sí,los niños del pueblo se metían con Victoria por tener unas orejas extrañamente puntiagudas y porque se caía constantemente, por ello no se relacionaba con mucha gente. Alguna que otra vez, esa tal Lianndra la había defendido, aunque fuese más pequeña que ella en estatura y edad, a veces esa chica tenía muy mal genio y nadie se atrevía a decirle nada.
-¡Bueno,tengo que irme ya!- Dijo Lianndra.
Victoria no sabía ni qué hacía allí,ni por qué tenía tanta prisa. Tampoco le importaba tanto aquella chica y ella misma tenía sus propios problemas.
Repentinamente, habló C.-Un momento,necesitamos tu ayuda.-
-¿Eh? ¿Y eso?-Lianndra tuvo que darse la vuelta,porque ya se estaba yendo.
-Necesitamos escolta hasta la granja y he visto que tú tienes un sable.-
Victoria se sorprendió al comprobar que era verdad, no se había dado cuenta antes de que la otra chica tenía un cinturón y que de él pendía el sable.
-¿Por qué..?-
-¡Por los monstruos!-Exclamó Victoria. Que la otra chica tuviese un arma lo cambiaba todo...Les vendría bien tener a alguien que las ayudase.
-¿OTRA VEZ CON LOS MONSTRUOS?-Gritó la pelirroja Lianndra.-¡No existen y menos aquí! Tengo prisa,tengo que encontrar a unos amigos.-
-No los alcanzarás, es más, ya están muy
lejos.-Habló C
-¿Y tú qué sabes?- Lianndra miró a varios sitios buscando a la propietaria de aquella voz.
-Lo sé.-
Victoria se puso nerviosa.-Por favor,por favor,llévame a mi granja, si quieres puedo pagarte...-
Por un lado quería que aquella chica las acompañase,pero por otro le inquietaba por qué iba armada. Por mucho que su padre fuese herrero...Tener un arma no era seguro.
Lianndra pareció sorprenderse ante aquella reacción,por el respingo que dio.
-No,a casa ya no podemos ir. Es tarde y correremos peligro si vamos allí.-
-¿Qué? ¿Tarde para qué...Peligro...?- Se asustó Victoria.
En ese momento Victoria no entendía nada de lo que estaba ocurriendo, con una mezcla de perplejidad y un miedo espantoso, tragó saliva sonoramente.
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No sé si recordáis que antes la chica pelirroja se llamaba "Kimara" pues le he cambiado el nombre porque "Kimara" era un nombre inventado de otra novela y no quería plagiar ^^"
¡Espero que os haya gustado! Nos leemos :3