A Lianndra acababa de hablarle la gata de Andrew, pero en lugar de alterarse, se limitó a mirarla mientras masticaba un puñado de frutas de nieve*.
-¿No te sorprendo?- Preguntó.
La chica negó con la cabeza.
-Eres una de las dos personas que no se han asustado al oírme. El otro fue Andrew.-
Tragó lo que tenía en la boca y decidió arriesgarse a confesarle que C también hablaba, dependiendo de su reacción vería si tenían relación o no. -No me ha parecido tan raro, porque aquella cerdita que ves también habla.-
A Paz se le iluminaron los ojos de color azul hielo, saltó encima de Lianndra.-¿Lo dices en serio?-
-Pues claro, yo nunca miento.-
-¡Lo sabía! ¡Lo sentía! Pero no estaba segura, parecía un sueño... Después de estar dormida tanto tiempo pensaba que estaba oxidada, ¡Pero no! ¡No te imaginas lo que significa!-
Estaba claro que esas dos se conocían.
-No entiendo nada de lo que dices...-
-Ya veo que Naia no te ha contado mucho del tema...
-Nos dijo que en Firyuk* nos lo contaría todo.-
La gatita cerró los ojos y los abrió enseguida con una sonrisa en la cara.-Andrew iba a llevarme, que yo pudiese hablar de nuevo solo podía significar una cosa: "La Heredera del Poder"* había usado la magia por primera vez. Si mi sexto sentido no me falla... Es esa chica, ¿Verdad?-
-Si te refieres a Victoria, según C, es la Princesa de Glishes*.-
A esa "gata" le brillaron de nuevo los ojos.- "C"... O como yo la llamo: mi compañera Naia...
No me creo que me haya cruzado con ella antes de llegar al bosque...-
Mientras que Lianndra volvía a prestar atención a la comida (Ya que, no quería comerse la cabeza pensando en todo aquello que había soltado la gata), C se despertó, parecía tan confusa como Lianndra al principio.
-¿Cómo hemos acabado aquí?- Es lo único que preguntó.
No le dio tiempo a nada más, porque Paz se lanzó sobre ella.-¡Naia, oh Naia! Te he echado mucho de menos. Con esta forma se me hace raro todo esto, pero ahora siento que no estoy sola.-
A C se le iluminó la mirada de una forma parecida a la de Paz.- ¡Aaaahhh, tú! ¡No puedo creerlo! ¿Qué haces aquí?-
-Pues me sorprende que precisamente tú,
“la más indicada para cuidar de la Heredera del Poder*” pregunte que qué hago aquí.
Estoy aquí por un buen chico.-Paz guiñó un ojo.
-Sabes que no fue elección mía ir con “La Heredera del Poder* ", me eligieron los superiores, Aizze.-C tenía una sonrisa en el hocico. Lianndra cada vez entendía menos.
-Oid, no me entero de nada, ¿podríais explicármelo?-
-La explicación debería esperar a que vuelva Andrew.- Dijo Paz, cuyo verdadero nombre acababa de descubrir Lianndra que era "Aizze".
-Y a que Victoria se despierte, así no tendremos que explicarlo más de una vez.-
Sin darse cuenta, las tres formaron mucho jaleo y con él, acabaron despertando a Victoria. Esta, bostezó sonoramente.-No habléis tan fuerte, así no hay quién duerma.- Después de decir esas palabras, Victoria volvió a conciliar el sueño.
Lianndra empezó a reírse, mientras que C y Paz solo sonrieron con ternura.
-Hora de la venganza...-La chica pelirroja soltó una risita maliciosa y acto seguido gritó el nombre de su amiga, al lado de esta.
-¡UUAAH! ¿P-por qué has hecho eso?-
-Te la debía, amiga.-Le sonrió.
-Hola pequeña heredera del poder, soy Aizze, pero de momento llámame Paz.
Creo que te precipitaste al usar tu poder por vez primera, tendrías que haber esperado a ser más madura.-
C sonrió con tristeza.-Lo dices como si pudiese controlarse, tendrías que saber que esas cosas salen cuando menos te los esperas.-
Victoria hizo por levantarse y Lianndra se acordó de la conversación con Andrew, intentó detenerla, pero no lo hizo a tiempo.
Paz se tapó la cara para no ver la escena.
La chica de pelo azul se puso roja hasta las orejas y soltó un gritito ahogado, mientras estiraba la camiseta para taparse, preguntó.-¿P-p-p-por qué estoy así? y de paso ¿Dónde estamos-
-La ropa estaba mojada y habríamos muerto de frío si no fuese porque Andrew nos encontró y nos trajo a su casa... Aunque no sé cuánto habrá visto al cambiarnos de ropa...-
Lianndra tuvo que soportar una mirada fría de Paz.
-Tienes unos pantalones sobre la cama y comida en la mesa.-
Victoria suspiró y después de ponerse los pantalones se incorporó a la mesa.
Cuando acabó de comer exclamó.- ¡Todo estaba delicioso! Dadle la enhorabuena al cocinero, de mi parte.-
Un frío repentino entró y se fue tan rápido como se cerró la puerta.
-Puedes dármela ahora mismo.- Andrew entró con dos perrinejos* y los dejó sobre la encimera de la cocina.
A Victoria le pilló desprevenida la entrada del chico.
Lianndra se rió por la reacción de
su amiga.-Victoria, estás roja ¿Qué pasa? ¿Te ha impresionado?-
Andrew también enrojeció repentinamente.
Su amiga protestó en seguida.-¡Lianndra! N-no imagines cosas raras...-
-Ay, mi niña, que ya empieza a sentir cosas especiales. ¡Si hace nada estaba jugando con pollos en la granja!- Siguió hablando C.
Esto hizo que Victoria enrojeciese más.
-¡Qué buen ojo tienes, pequeño Andrew! Ella es la Heredera del Poder.
Victoria, querida, Andrew es un buen chico, puedes sentirte segura con él.- Continuó, Paz.
-¡P-pero, Paz..! A mí no me gusta esta chica y creo que ella opina lo mismo sobre mí.-
-¡Por supuesto que no! a mí no me gusta Andrew y no quiero que penséis lo contrario, ni lo imaginéis, por favor.-
-Está bien, parejita, os dejaré tranquilos.
Ey, Andrew ¿Podríamos salir fuera? Es que por nuestro pueblo pocas veces nieva...-Preguntó Lianndra.
-Claro que os llevaré fuera, pero solo si dejas de llamarnos: "Parejita".-
-Buueeeeno, está bien...-
-Entonces habrá que esperar a que deje de nevar.-
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