Era un lugar sombrío, con paredes de piedra grisácea, una alfombra roja cubría la parte central de un largo corredor.
Al final de este había una gruesa puerta de madera, con los bordes enmohecidos por la humedad, en la sala contigua se encontraba una mujer de cabello blanco, lengua bífida y cola de serpiente. Parecía preocupada.
Entre las sombras del fondo de la sala se distinguía un trono y alguien sentado en él, era un hombre, pero parecía deteriorado por alguna pelea, ya que, le faltaban una mano y un ojo.
Una cadena gruesa se enrollaba alrededor de su pierna y subía hasta su pecho.
En el lugar donde debía estar aquella mano izquierda había una hoja cortante hecha de un metal negro, su único ojo era de color rojo como la sangre.
Su pelo era oscuro y sus ropajes también.
Un aura extraña lo rodeaba y su mirada denotaba cansancio.
De improviso exclamó.-Silvei... me has vuelto a fallar, esta vez era sencillo. Ese chico no tenía ningún guardián, iba solo con el otro, el ladrón. Además me parece recordar que solo quería que capturases a esa paloma, para preguntarle sobre el paradero de la verdadera Heredera del Poder*.-Suspiró y habló en un tono más bajo.-Poder saber que han despertado sus poderes y no saber su paradero exacto...-
-Señor, discúlpeme hice lo que pude, pero no estaban solos, también tenían el apoyo de tres de ellas y...-
-¡Tres! ¡Tres de cuatro! Se supone que a ese niño solo le acompañaba una, cuéntame lo que sepas.-
-A eso iba señor...-Silvei tragó saliva.
-Por lo visto otro mocoso iba con una de ellas y-y había dos chicas más, una pelirroja y otra que... Estoy segura de que... Era la verdadera Heredera del Poder*, iban con la tercera. P-pero señor hay algo más, nadie ha instruido a la Heredera del Poder*, no sabe nada de sus poderes...-
Parecía que el hombre iba a explotar de un momento a otro.-...¿¡La maldita Heredera del Poder* en tus narices y no has podido capturarla!? ¡Debería desollarte por esto! Por lo menos me has traído más información... Bueno, todavía me serás útil, necesito que encuentres a mi hijo y a la novata y los traigas aquí. Confío en que no falles en esto.-
-Muy bien, mi señor, muchísimas gracias por todo, mi señor... Encontraré a su hijo.-Silvei parecía querer salir corriendo, o arrastrándose, pero logró controlarse y tras hacer una gran reverencia se fue.
La estancia se quedó en silencio hasta la salida de la mujer serpiente.
En ese momento otro hombre salió de la oscuridad.
Su pelo azul oscuro era liso y le llegaba por los hombros, llevaba una chaqueta larga cubriendo un jersey oscuro y unos pantalones del mismo color. llevaba un bastón de madera con una calavera tallada.
Realizó una profunda reverencia.-Mi señor...-
-Oh, Lord Xelsen, ¿Lo has escuchado? Ya tienes una tarea, ir a capturar a la Heredera del Poder*. Tenemos que atraparla mientras esté débil y que no sepa usar su poder.
Silvei fue a lo alto de Rearen y allí estaba la chica.-
-Sí.-Xelsen paró pensativo.-Entonces iré allí a seguir su rastro, volveré pronto y yo no fallaré.-Se dio la vuelta para salir de la sala, pero paró a medio camino.-Una última cosa, señor, necesitaré algunas bestias.-
-Sin problemas Xelsen.-Una sonrisa pícara se dibujó en la cara del hombre siniestro.
-Hay que atraparla antes de que llegue a Firyuk* o será demasiado tarde...-
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